jueves, 17 de julio de 2008

¿...Un café?

Vale... siempre que sea en Sant' Eustachio. Los cafés italianos tienen merecida fama, y en Roma hay muchos muy buenos. Pero sin lugar a dudas mi favorito es Sant'Eustachio.
Es un local pequeñito, con aire muy fifties, que está ubicado en la plaza del mismo nombre, frente a la iglesia. El café es sublime: ya sea un ristretto, muy concentrado, fuerte y amargo, un espresso clásico, más corto de lo que estamos acostumbrados en España o un capuccino, con su crema de leche tan espesa como nata, seguro que los amantes del café no se sentirán defraudados. Además, es un lugar ideal para culminar una buena cena, porque también hay versión decca' (sin cafeína).

Eso sí, en el interior del local no hay sillas, el café se toma "a la italiana" rápido y de pie, apoyados sobre el mostrador. Hay una pequeña terracita, pero no se sienta nadie (si hay un cliente sentado, casi seguro que será un turista).

Una buena idea para regalo es comprar café en el mismo local, o alguno de los dulces que allí preparan. Mis favoritos son los chicche, granitos de café recubierto de chocolate: ¡irresistibles!

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