viernes, 23 de julio de 2010

Conocer Roma en cinco paseos (II)


Hoy toca una mañana arquelógica: es impensable estar en Roma y no estar en el Foro: a mí me llama a gritos. Lo mejor es sacar la entrada combinada (para Foro Romano, Palatino y en el Coliseo)en el Palatino, donde menos cola hay.
Pasar allí la mañana, deambular entre los templos, visitar a Julio César, hacer una foto desde el Palatino... y disfrutar de la estupenda exposición sobre los Gladiadores y su mundo, que alberga el Coliseo.
Después, me iría a comer a la Peroni, con una cerveza fresca y un poco de suplì. ¿Y desde allí? A casa, porque toca descansar un poco, recuperar fuerzas para un paseo vespertino, esta vez por Campo dei Fiori, perdiéndonos por el ghetto hasta el río, disfrutando del majestuoso pórtico de Ottavia al anochecer, entrando por una calle sin salida, apareciendo de repente en una plaza escondida, así pasan las horas, sin que nos demos cuenta... llega el momento de terminar con unas estupendas carciofi a la giuda y un plato de buena pasta en Sora Margherita. ¿Te apetece?

jueves, 15 de julio de 2010

Conocer Roma en cinco paseos (I)


Cada vez que alguien me cuenta que va a pasar unos días en Roma, siento una mezcla de alegría, envidia y nostalgia. Charlando acerca de los planes, las visitas indispensables, los mejores sitios donde comer o tomar un café me parece estar allí, recorriendo las calles, entrando en los museos...
Hablando ayer con Cristina, con un plano delante, pensaba en distintos itinerarios, paseos que, sin mucho esfuerzo, permitieran al visitante conocer la Roma que yo amo.
Un posible paseo para un día:
El Vaticano es un must, al menos la Basílica. Podemos empezar por allí el itinerario: temprano por la mañana visitar la plaza, la iglesia, si es posible la capilla sixtina en los museos...
Después, volver caminando hacia la ciudad por la Via della Conciliazione, llegar al río y cruzar por el puente Cavour, a la altura de via Tomacelli. A dos pasos está el Ara Pacis, que bien vale una visita. Unas fotos frente al mausoleo de Augusto, y aprovechar para comer en la misma plaza: Alfredo (donde los fetuccini), Gusto o el ReCafé.
Y tras el café, un paseo por las mejores tiendas de Tomacelli, Condotti, Via del Babuino... así hasta llegar a la Piazza de Spagna.
¿Todavía no estás cansado? Pues deambula por las calles del otro lado del Corso, hasta llegar a la Fontana del Tritone, un ejemplo del mejor Bernini, y a la Fontana de Trevi. Un helado en San Crispino (de los mejores de Roma, en Via de la Panetteria) y una monedita: el éxito está asegurado.