martes, 14 de junio de 2016

El consuelo del Panteon

"El Panteon consuela". No lo digo yo, lo dice Javier Reverte en su libro Un Otoño Romano, pero estoy totalmente de acuerdo.
Sentarse perezoso a tomar un café en la plaza, mientras otros pasan deprisa y las bandadas de turistas entran, salen y hacen fotos. Pararse a leer la inscripción. M. AGRIPA...
Entrar en la iglesia y sentirse bañado por la luz que entra por el óculo. Sentirse especial en un lugar especial. Sentirse bendecido.
La felicidad era esto. La felicidad es esto. Que no se me olvide.