miércoles, 29 de julio de 2009

Nadando en el Foro Itálico


Estos días, más que nunca, Roma es la capital... del mundial. Las piscinas del Foro Itálico acogen los campeonatos del mundo de natación.
Desde España hemos seguido de cerca a las chicas de sincronizada y su "baño de plata", y también la medalla de Rafa Muñoz.
Pero los que están como locos (y no es para menos), son los romanos. Sus nadadores están cumpliendo expectativas: Alessia Filippi, Federica Magnini, y el resto del equipo son los nuevos héroes romanos.
El acontecimiento ocupa la primera página de los periódicos, y especiales en la web. Y hasta el 2 de agosto nos mantendrá pegados a la tele.
En las morosas tardes veraniegas, el espectáculo de las piscinas del Foro Itálico es de lo más refrescante. Ánimo, campeones.

viernes, 17 de julio de 2009

Fiesta en el Trastevere


Si estuviera en Roma este fin de semana, iría de fiesta. Los vecinos del Trastevere celebran la Festa de Noantri (la fiesta de noi altri, por oposición a voi, los que vivís en otros barrios al otro lado del río).
Cada año, en la segunda quincena de julio, las estrechas calles trasteverinas son escenario de conciertos, bailes, espectáculos y, sobre todo, de una gran procesión. Y es que la fiesta es en realidad la celebración de la patrona del rione, la Virgen del Carmen: el primer sábado después el 16 de julio, los vecinos sacan en procesión una imagen de la Virgen que, según la tradición fue encontrada en el río en 1535 tras una gran tempestad. La albergaron durante siglos los carmelitas de San Crisógono, y ahora se conserva en Sant'Agata: de allí sale en procesión por las iglesias de la zona, hasta llegar de nuevo San Crisógono. Una semana después, la Madonna fiumarola sale de nuevo, esta vez en un bote a lo largo del río. De allí a Santa María in Trastevere, y de nuevo, acompañada por los vecinos, a su pequeña iglesia.
En España, durante el verano, cada pueblo, cada barrio, tiene su procesión. En mi vida romana las cosas no son muy diferentes.

miércoles, 15 de julio de 2009

Estilo italiano


En cualquier revista de moda podemos leer que los complementos son la clave de un estilo. Es cierto, y esta afirmación resulta aún más evidente cuando hablamos de moda italiana. Igual que hay un estilo americano o ibicenco, hay una serie de zapatos, bolsos, gafas o piezas de bisutería con los que parecemos recién salidas de un anuncio de Martini o de Vacaciones en Roma. Es posible conseguir un auténtico look italiano estival, que no desentone en Capri ni en Cerdeña, con un bolso de Furla, unas gafas de Fendi y unos pendientes o una pulsera de Angela Caputi.
Así equipada, y sintiéndose bellissima, ¿quien se resiste a un Bellini en Vitti al caer la tarde? Yo no. Hoy estoy frívola, y esta noche de julio, nada me gustaría más que sentarme en la plaza de San Lorenzo, a charlar y celebrar el verano...

domingo, 5 de julio de 2009

Un viaje al pasado. Tívoli (y II)


La otra joya de Tívoli, que por si sola justifica la visita a la ciudad, es la Villa de Adriano.
Adriano,un emperador que combinaba su perfil militar con hondas inquietudes filosóficas, consagró buena parte de sus esfuerzos a lograr una nueva Pax Romana, y emprendió reformas administrativas y económicas... además de dejar importantes construcciones en el imperio: la muralla de Adriano, en el limes britano, su mausoleo en Roma (base del Castel Sant'Angelo) o su magnífica Villa en Tibur (Tívoli). Villa Adriana es un vasto conjunto de edificaciones iniciado por Adriano en el año 117. El emperador de origen hispano, hijo adoptivo de Trajano, proyectó convertir ese rincón cercano a Roma en un palacio de campo que recreara los recuerdos de sus viajes, con reproducciones de las obras que más le habían impresionado en sus recorridos por el Imperio, que fueron muy numerosos: Galia, Germania, Britania, África, Siria o los antiguos territorios helénicos.
Concebida como una pequeña ciudad, con fuentes, termas, teatros, alojamientos para corte y el personal de servicio, la Villa Adriana reúne construcciones que recrean diferentes lugares o monumentos del imperio. Entre ellos destacan el canopus, el teatro marítimo, el serapeum (gruta artificial), el teatro griego, las termas, la plaza o la tumba de su fiel compañero Antinoo. Las musas del Prado, la mejor copia romana del Discóbolo, los centauros de los Museos Capitolinos son sólo algunas de las joyas que adornaban el palacio de Adriano.
En la actualidad, la Villa Adriana, declarada Patrimonio de la Humanidad, es el prototipo de la ruina romántica, un lugar con una atmósfera especial, donde los restos de mármoles emergen entre olivos y cipreses, evocando un pasado de esplendor, la Roma de Adriano...