Olvidando refinamientos babilonios o persas, teogonías y teocracias egipcias y ese aire de superioridad de los atenienses... los romanos, gente práctica, apegada a la tierra, supieron como nadie aunar lo mejor de las civilizaciones anteriores. Listos, decididos, capaces, supersticiosos y muy organizados, hicieron crecer el primitivo poblado a orillas del Tiber, insalubre y pobre, extendiéndose por las colinas cercanas; dominaron todo el Lacio y, de allí, en todas direcciones, partieron hacia el limes, a "romanizar" el mundo.
Yo soy una admiradora ferviente. No es ningún secreto. Y me gustaría estar estos días en Roma, oír las salvas, los tañidos de campanas, y participar en los fastos y conmemoraciones previstos para este fin de semana.
Me contentaré con recordar el momento desde Mi vida romana, y con este pequeño regalo. Es una antigüedad, pero no creo que le importe a quien cumple 2.765 años...
Tanti auguri, bella!