domingo, 13 de julio de 2008

Domenica mattina

Los domingos por la mañana, Roma parece dormida. Hay que dejar pasar varias horas para que el bullicio se apodere de sus calles. No hablo, claro está, del centro arqueológico o del vaticano, donde los turistas se agolpan cualquier día a aulaquier hora, sino de las calles del Campo dei Fiori o del Campo Marzio, de los aledaños del Corso Vittorio Emanuele o de Piazza Navona... algunos fieles apresurados se dirigen a misa a a Sant Andrea de la Valle, a Sant'Agnese o a San Luigi dei Francesi, alguna de las hermosas iglesias de la zona. Los oficios son más temprano que en Madrid. A la salida, tras comprar el periódico, volveran a sus casas, esas casa de auténticos romanos del centro que a mí me dan tanta envidia.
Y luego, por qué no, saldrán a tomar el aperitivo o a comer fuera. Al mediodía ya estarán todos en la calle, dando una vuelta por la Galería Colonna o las demás tiendas de la Vía del Corso ¡que abren los domingos, para alegría de los consumidores! No se me ocurre un plan mejor para una mañana de domingo: una misa temprana en Sant'Agnese, un paseo por las calles aún vírgenes, dando vueltas hasta salir al Corso, una visita a La Feltrinelli, unas compritas... y un aperitivo en Vitti, en San Lorenzo in Lucina. Buona domenica!

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