lunes, 7 de julio de 2008

El prosecco que se convitió en un ribera

Al llegar a casa, lo primero que hago es contarle a Rafa, il mio ragazzo, la idea de mi blog. necesito hacerle cómplice de esta aventura, porque además de ser el encargado de la banda sonora, es el archivo material de muchas de nuestras vivencias, que poco a poco os iré presentando.
No hay prosecco, ese suave vino blanco espumoso que tanto recuerda al cava y que degustan las señoras romanas sentadas en alguna de las terrazas junto a San lorenzo in Lucina, pero sí un buen vinito, que cumplirá la función por esta tarde.
A domani, cari.

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