jueves, 31 de diciembre de 2009

Navidad romana (y III): capodanno


Esta Navidad pasada por agua sigue su curso, y llega el día de fin de año: la San Silvestre, la cena, las uvas y campanadas, el champán... y la música enlatada de los programas especiales de televisión, en que las mismas canciones se repiten en los distintos canales.
En mi vida romana, hay un plan musical alternativo para esta noche de capodanno: el concierto de Antonello Venditti.
El concierto, gratuito, que organiza el Ayuntamiento de Roma en los Fori Imperiali este año tendrá a Venditti como protagonista: tras los teloneros Zero Assoluto, a las 23:30 Antonello, el más romano de los cantantes, comenzará en un escenario situado delante del Coliseo su particular homenaje a su ciudad. Roma, la capoccia da un mondo que ojalá en 2010 sea un poco menos infame. El autor anuncia el espectáculo como un derby del cuore. A mí me gustaría estar allí, empezar el año en Roma, como aquella nochevieja, hace ya más de 20 años.
Tempus fugit...
Feliz 2010.

sábado, 26 de diciembre de 2009

Navidad romana (II): los presepi


Los belenes, en italiano i presepi, son una tradición que comparten los dos países. En las casas se colocan montajes más o menos sofisticados, las figuras decoran los principales comercios y también los lugares más emblemáticos de la ciudad.
Precisamente, una de las actividades de nuestra vida madrileña navideña ha sido visitar la exposición de Belenes del mundo organizada por Caja Duero, que cuenta con varios presepi italianos, entre ellos un belén siciliano que ha sido de nuestros favoritos.
En mi vida romana, también los belenes tendrían su sitio. En la Basílica de Santa María del Popolo se exponen 100 belenes del mundo, en los Foros imperiales, una selección de belenes de toda Italia. Pero hoy yo iría a visitar los presepi del Campidoglio.
El interior del Palazzo Senatorio alberga un clásico belén napolitano, con figuras del siglo XVIII, y en la Sala del Carroccio hay un presepe monumentale, hasta ahora desconocido. En el exterior, en la Plaza, un belén donde figuras vestidas como campesinos del XIX acuden a visitar al Niño nacido entre unas ruinas muy familiares, pues recrean los muros y acueductos de la ciudad, aún reconocibles. Un buen plan para una mañana navideña.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Navidad romana


Los días previos a la Navidad las ciudades se transforman: luces, adornos, escaparates alusivos, tiendas abiertas, fiesta, gente en las calles...
Roma no es una excepción.
Estos días, el centro romano se viste de fiesta, con coros, bandas, conciertos y juegos en la calle, y los fines de semana queda reservado exclusivamente a los peatones. El recorrido navideño organizado por el Ayuntamiento pasa porlas zonas más emblemáticas de la ciudad: del Largo di Torre Argentina a piazza di Spagna, pasando por la Piazza della Rotonda, Campo Marzio, el Parlamento, San Lorenzo in Lucina y la Piazza del Popolo. En mi vida romana, ayer u hoy hubiera disfrutado de una auténtica tarde de compras navideñas, paseando por mis calles favoritas, buscando un regalo especial en la Feltrinelli, en Il Papiro o en las tiendas más bonitas del Corso. Y sin olvidarme de hacer una visita al Mercado de Navidad de la Navona.
Hace mucho frío para andar deambulando, pero las estufas de la calle se encargarán de caldear nuestras orejas, un café calentito, nuestras manos, y la ilusión de las fiestas, nuestros corazones. Auguri di Natale.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Cita con los Flavios


En 2009 se celebra el bimilenario del nacimiento de Vespasiano, el emperador que funda la dinastía flavia. Con esta excusa, Roma ha sido durante varios meses el escenario de una ambiciosa exposición: Divus Vespasianus. Il bimilenario dei Flavi. La muestra, que recoge algunas de obras emblemáticas de la época, y pasa revista al reinado de Vespasiano y sus hijos Tito y Domiciano, ha sido organizada por un viejo conocido nuestro, el Dottore Filippo Coarelli, en colaboración con la Soprintendenza speciale per i beni archeologici di Roma.
La exposición se reparte en varias sedes, en un recorrido que comienza en el Coliseo (el anfiteatro flavio), para continuar después por varios monumentos flavios del Foro y el Palatino: se exponen piezas de la exposición en la Curia y en el Criptopórtico. Los orígenes de la dinastía flavia, la Nueva Roma de Vespasiano, los grandes edificios, las guerras, los judíos, la propaganda de Domiciano... son algunos de los temas que se abordan en la exposición.
Miles de romanos y turistas han visitado al recio emperador sabino, por el que yo siento debilidad. Quienes aún no lo hayan hecho, deberán darse prisa: Divus Vespasianus se clausura el próximo 10 de enero. Hasta entonces, está abierta de 8.30 a 16:30, todos los días de la semana. La entrada, única para todas las sedes, cuesta 12 euros.
Ojalá pudiera a celebrar el cumpleaños del viejo emperador. Desde aquí, Salve, Tito Flavio Vespasiano.