miércoles, 11 de abril de 2012

Roma en abril


Acaba de ser el cumpleaños de Inés, una de las presencias habituales de mi vida romana. He recordado que más de una vez lo hemos celebrado juntos allí, en nuestra casita de Vittorio Emanuele o con una cena especial en Gusto.
Es bonito cumplir años en abril. Es el mes en que lo hacen muchas de mis personas más queridas. Abril es un mes especial, preñado de esperanzas, lleno de promesas y, en Roma, además, cuajado de lilas.
Hace años hablé de ello en este mismo blog, entonces decía que Roma, en abril, huele a lilas... y que para mí, las lilas siempre huelen a Roma. Ha pasado un poco de tiempo, un mucho de crisis y algunas penas, pero sigo pensando lo mismo. Me veo, nos veo, caminando por el Celio, por Villa Borghese o por las ruinas de las insulae al pie del Capitolio, entre piedras rojas, pinos verdinegros y esas lilas de abril, y la nostalgia se hace aún más grande. Es el lugar donde quiero volver, nada más.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ayyyyy!!! ¡¡¡Qué pena mi cumpleaños sin vosotros, sin los niños :-) más 'cool' del mundo, sin lilas y sin Romaaaaaaaaaaa!!!! Solo queda un año. Espero.