jueves, 30 de octubre de 2008

Para una tarde de lluvia


La lluvia suele ser compañera habitual de estos días otoñales. Es cierto que la ciudad se vuelve más incómoda, y que no se puede disfrutar igual de las bellezas de Roma, pero también es verdad que en las tardes cortas y lluviosas hay planes alternativos que solemos pasar por alto cuando hace bueno. Uno de ellos es algo tan sencillo como disfrutar de una buena taza de té. Para ello, nada mejor que Babington's en Piazza Spagna. Roma lleva siglos siendo un destino turístico de primer orden, y los viajeros ingleses seguro que apreciarían disponer de sitios como éste. Y no son los únicos: una tarde otoñal de escaparates y un auténtico té inglés en el corazón de la ciudad, al pie de la escalinata... ¿acaso no es un buen plan?

martes, 28 de octubre de 2008

Piove su Madrid

Hoy lleva todo el día lloviendo. El agua resbala por los cristales... y yo pienso en tantos paseos bajo la lluvia romana: en el Celio, delante de la Navicella, en la caladura bajando a Condotti desde Piazza de Espagna, o cuando tuvimos que refugiarnos en aquel café junto a Santa María della Pace. Recuerdo especialmente nuestra última noche en Roma, cuando fuimos caminando desde el Largo Argentina hasta Bartolucci, la tiendecita de juguetes de madera junto al Panteon, que aún estaba abierta. Estoy viendo las calles, desiertas por la lluvia a pesar de que era viernes, y estoy oyendo nuestros pasos resonar en el silencio sobre el empedrado. Y estoy sintiendo mucha nostalgia dalla pioggia su Roma.
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lunes, 20 de octubre de 2008

Una copa de buen vino...


... para acompañar la comida. ¿A que es un buen plan? En Roma hay varias enotecas que tienen fama, donde es posible degustar buenos vinos italianos mientras tomamos una estupenda comida: pasta, salumeria o formaggi...
Una de nuestras favoritas es la Taverna Capranica, situada en el Palazzo Capranica, un edificio renacentista situado en la plaza del mismo nombre, junto a Montecitorio, muy cerca de la plaza del Panteon, en el corazón de la ciudad. El local vecino, la Enoteca Capranica, es un restaurante mucho más sofisticado y formal... y caro, pero la taverna, con su aire retro, es un establecimiento muy indicado para una comida con amigos, e incluso con niños (sirven pizza también al mediodía). Un sitio céntrico que, sin embargo, no está repleto de turistas.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Los nuevos museos capitolinos


En el Campidoglio, junto al Ayuntamiento de Roma, están los Museos Capitolinos, que albergan algunas de las joyas arqueológicas y artísticas de la ciudad. Una reciente reestructuración ha devuelto el esplendor a este museo... y amplía las posibilidades para el visitante, que ahora disfruta de nuevas dependencias y galerías en el interior de lo que fue el Tabulario de Sila, además de unas magníficas vistas sobre el Foro. I Musei Capitolini fue uno de los grandes regalos que los papas hicieron a Roma: la reciente reforma, el proyecto Gran Campidoglio, coloca este espacio a la altura de las joyas que hay en su interior. Visitamos las nuevas salas una tarde... y estoy deseando volver.
Esta presentación os dará una idea de lo que encontrareis allí.
Museos Capitolinos
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martes, 7 de octubre de 2008

Piazza di Petra


Me gusta deambular por las calles romanas sin rumbo fijo, pero a veces, casi sin quererlo, los pies buscan caminos ya recorridos: es evidente que esos itinerarios, lo reconozcamos o no, son los que preferimos, ya sea porque nos gusten más, resulten más amenos o, simplemente, sean más cómodos. Uno de mis paseos favoritos consiste en ir desde Navona hacia la Fontana de Trevi, desviándome un poco antes de llegar al Corso para contemplar la impresionante mole de la columnata del antiguo templo de Adriano, en la Piazza di Petra. Al primitivo templo dedicado por Antonino Pío a su sucesor en el siglo II, se le dieron después varios usos, hasta llegar a convertirse en la sede de la Bolsa y la Cámara de Comercio. He leído por ahí que es un estupendo ejemplo de rehabilitación, y que sólo por eso merece la visita. A mí el conjunto de la plaza y sus callejuelas adyacentes me parece uno de los sitios más bonitos de la ciudad.

lunes, 6 de octubre de 2008

Pizza en el Leoncino

¿Un sitio bueno para cenar en Roma, por poco dinero y que no sea para turistas? Pues ninguno como Al Leoncino, en el número 28 de la céntrica Via del Leoncino, una callecita estrecha cercana a la Vía del Corso y Piazza Spagna. Es un local sencillo y angosto, tanto, que lo normal es esperar en la calle hasta tener lista la mesa. Al Leoncino es una pizzería romana de las de toda la vida, con mantelitos de cuadros, vino en caraffe (un poco peleón, eso sí), y unas pizzas buenísimas que no paran de hacer en el horno de leña, a la vista de los comensales. Éste es el sitio ideal para una cena entre amigos o en familia, sin más pretensiones que pasar un buen rato disfrutando de una buena comida.
Si queréis conocerlo mejor, echad un vistazo al vídeo. Y si ya habéis estado, ¿a que os acordáis perfectamente dalla signora? Y en cualquier caso... ¿a que apetece una pizza del Leoncino? Pues adelante, porque por lo que sé,sólo cierran los miércoles.

miércoles, 1 de octubre de 2008

De paseo por el ghetto


Sora Margherita es uno de los alicientes del ghetto romano... pero tiene muchos más. El viejo barrio se extiende paralelo al río. Entre el Tíber y la enigmática Via delle Botteghe Oscure (que flanquea Largo Argentina) discurre un entramado de callejas: sus curvas evocan antiguas edificaciones romanas, como los restos del teatro de los Balbo o, algo más allá, el de Pompeyo. Y en muchas casas vemos basas de columnas, sillares, restos epigráficos.
Paseando por el ghetto, por las estrechas calles y las fachadas desportilladas, parece que el tiempo se ha parado... Pero esto es sólo una ilusión, porque en los últimos años el viejo barrio judío se ha convertido en una de las zonas más exclusivas y cotizadas de la ciudad: sus vetustos palazzi, las recónditas plazuelas, la proximidad del hermoso Pórtico de Octavia, la majestuosa Sinagoga frente al río, rodeada de árboles, los locales de buena cocina... todo ha contribuido a cambiar el vecindario.
Me gusta pasear por el ghetto al caer de la tarde o por la noche, descubrir cada vez un rincón nuevo o detenerme en los más conocidos, como la bonita Piazza Mattei, en un extremo del barrio, con la famosa fuente delle tartarughe diseñada por Giacomo della Porta, aunque las tortugas son un añadido de Bernini. A mis hijos les hace mucha gracia. Y a tí, ¿te gusta?