miércoles, 19 de agosto de 2009

Visitando tesoros ocultos


La prensa recoge hoy la noticia. Durante el próximo otoño, durante una semana, se abrirán al públcio algunos de los restos arqueológicos menos conocidos de la ciudad. Sin embargo, algunos de ellos son edificios muy representativos, como el interior de la pirámide de Cayo Cestio, el Mitreo de Santo Stefano Rotondo, la Basílica Ulpia, el Ludus Magnus o el Aqua Virgo.
Entre las opciones propuestas en esta visita a la Roma Nascosta están también varios lugares de culto funerarios (primitivas tumbas latinas, sepulcros republicanos, necrópolis paleocristianas o catacumbas casi desconocidas), ninfeos, mitreos, antiguos templos de la zona del foro boario o el excubitorium (cuerpo de guardia o cuartel) de la VII cohorte de vigiles.
Esta no es la primera vez que se abren a los visitantes zonas arqueológicas normalmente ocultas al pública. La Sovraintedenza ai beni culturali del Ayuntamiento de Roma informa de este tipo de convocatorias, así como de otros recorridos propuestos. Por ejemplo, en junio, con motivo del bimilenario del nacimiento de San Pablo, se diseñaron unos recorridos específicos por los lugares más representativos de la Roma de la época.
Lógicamente, en cualquier caso, para poder acceder a estas visitas "especiales" es preciso hacer una reserva previa. Las visitas son siempre guiadas por especialistas. ¿A que resulta tentador? ¿Vamos?

miércoles, 12 de agosto de 2009

Vísperas de ferragosto


Estamos en pleno verano. El día 15 se celebra el ferragosto. La fiesta en ese día es una antigua tradición: ahora se conmemora la Asunción de la Virgen, pero los antiguos romanos festejaban entonces, en plena canícula, el fin de las labores agrícolas.
Durante estos días, Roma parece otra: por sus calles, desiertas durante el día, apenas deambulan algunos turistas despistados. Hace calor. Mucho. Los romanos se escapan a la playa, al paese, incluso los que apenas tengan vacaciones, estarán fuera de la ciudad en ferragosto. Los que queden, aguantarán como puedan: buscando la sombra en las calles estrechas, más frescas que cualquier local (el aire acondicionado no es muy común en la ciudad) y el agua de las fuentes, más fresca que la de cualquier bar (en Roma, lograr un cubito de giacchio es una tarea difícil, para valientes). Pero aunque el día sea duro, la noche de verano romana es para disfrutar... incluso en ferragosto.