miércoles, 12 de septiembre de 2012

Sin candados en el Ponte Milvio

Esta semana, Roma pierde uno de sus "atractivos" turísticos de última generación: los candados del Ponte Milvio. Moccia, Babi y Step iniciaron la costumbre, sellando con un candado su amor (rápidamente perecedero, adolescente). Y son millares, qué digo, cientos de miles los lucchetti que desde 2006 han llenado el puente,  haciendo tambalear sus cimientos, hasta el punto que, tras tratar en vano de impedir que se siguieran colocando, con multas, con vigilancias... las autoridades romanas han decidido quitarlos. Desde el lunes apenas queda una decena de candados en el Ponte Milvio, como recuerdo. El resto irá a parar a un destino aún por determinar. 
Los jóvenes, los enamorados de esta mi vida romana los echarán de menos. Pero el duelo duará poco: pronto buscarán otro sitio, otra costumbre... u otro entretenimiento, como la noche de la moda, que mañana llenará de luces, música y gente guapa el centro de Roma. No me la perdería por nada.